Desde que existe la humanidad, las mujeres han amamantado a sus bebés. Han alimentado y protegido a sus hijos con sus cuerpos, ampliando así el vínculo físico que comienza en la concepción. A cambio, estos momentos de ternura le ha brindado placer y satisfacción a la aventura de ser madre. Y tal vez parezca que la decisión entre amamantar y dar biberón es una simple cuestión de preferencia personal. La estadística nos muestra que de diez bebés solo tres son amamantados hasta por lo menos los primeros seis meses de vida. Aquí nos enfrentamos a una cuestión por resolver. Qué hacer cuando la lactancia resulta no exitosa? Existen en el mercado diversas alternativas como alimento de continuidad, sin embargo en su mayoría, son elaborados a partir de la leche de vaca y sabemos que como todos los mamíferos jóvenes, los humanos se crían mejor con leche proveniente de su misma especie. La leche humana contiene proteínas que favorecen el crecimiento cerebral. Por el contrario, la leche de vaca contiene proteínas que promueven el crecimiento muscular. Las propiedades nutricionales de la leche humana son las idóneas para cubrir las necesidades de crecimiento y desarrollo del bebé, además de que brinda inmunidad específica contra enfermedades humanas.
Muchos padecimientos infantiles se asocian al consumo de fórmulas elaboradas a base de leche de vaca o de soya: cólicos, alergias, estreñimiento, ferropenia (baja absorción de hierro), y en el mediano plazo caries y propensión a la obesidad infantil.
Sabemos que nada, absolutamente nada se acerca siquiera a la magia que existe en la leche materna. Con más de 200 nutrientes específicos y la composición exacta que requiere tu hijo en cada toma, es el mejor alimento para que su cuerpo perfecto que se gestó por 40 semanas en tu vientre siga creciendo y desarrollándose ahora que lo tienes en tus brazos.
Es por ello que lo mejor es la lactancia exclusiva por los primeros seis meses y luego continuar hasta el año con tomas intercaladas con alimentos sólidos, y de ahí en adelante, tanto como madre e hijo lo deseen.